Lucas,
nuestra mascota, el gato boxeador, ha muerto. Nos ha dejado después de
12 años de convivencia y con mucho cariño de por medio. Es un hueco
difícil, muy difícil de llenar.
Dejo
aquí (más bien para mí), uno de esos instantes maravillosos que solo
los que gustan de convivir con estos personajes entienden a la
perfección. Al igual que también comprenden, sienten ó presienten, lo
que significa perder a unos seres tan entrañables.
9 comentarios:
suscribo todo lo que dices, Juan.
Abrazos muy sentidos.
Lo siento mucho Juan. Un saludo compañero.
Gracias Lola.
Besos.
Gracias por tu cariñoso (e inesperado) mensaje.
Saludos cordiales.
Comprendo bien, Juan, ese vacío que te ha dejado la muerte de Lucas, porque a mí, que no convivía con él, me ha hecho sentir la tristeza de una pérdida tan irrecuperable como lo es el tiempo que duraron sus doce años de vida.
Llegará el momento, no lo dudes, en que en el recuerdo de este personaje especial,primarán los muchos y buenos momentos que propició con su manera singular de ser un gato.
Mi cariño y un abrazo.
Gracias Pepa.
Besos.
Qué lindo. Ayer le dije a Lola, yo tengo uno con 16 años ya. Pobrecito, ya tiene muchos achaques. Tiene hasta un poquito de Alzheimer, no dijo la veterinaria. Y realmente, es alquien de la casa, pero uno ya se va haciendo a la idea de que un día... Así dolerá menos.
Un abrazo.
Gracias Miguelángel por tu comprensión.
Tenía esperanzas de que aún nos acompañaría unos años más, pero la muerte viene siempre en el peor momento posible.
Ahora toca pasar ese duro trago de seguir encontrándotelo por toda la casa.
Saludos cordiales.
Hola Juan querido:
Como a veces hago con estas casas virtuales, de vez en cuando me gusta volver a pasear por sus rincones, porque pienso que nada caduca con el tiempo, tan solo tal vez la perspectiva conque se contempla.
Todo esto es porque he recalado en el vídeo que colgaste de Lúcas, y me ha hecho sonreír al verlo jugar contigo, sobre todo cuando se deja caer de lado y panza arriba buscando caricias aferrado a tu brazo.
Un recuerdo bonito el que me ha traído esta re-visita a Acero y Humo.
Besos
Besos
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